Ciertamente, durante el tiempo que nuestros alumnos pasan en la escuela, se suscitan muchas experiencias previstas y no previstas, conocimientos, aprendizaje de procedimientos, expectativas, prescripciones en su comportamiento, lo que se espera de ellos, y seguro se hacen muchos esfuerzos para ellos. Invertimos mucho tiempo planeando lo que "debería ser" el año escolar o el semestre académico, planeamos acciones sobre aquellos, que incluso, ni siquiera conocemos, me refiero a los alumnos.
Muchas pienso, que tenemos planeamos solo expectativas y grandes e importantes deseos educativos, pedagógicos, pero, ¿sabemos para quiénes? Recibimos todos los años cientos de alumnos en las escuelas con un baúl cargado de expectativas y prescripciones para ellos, y aún no nos atrevemos a esperarlos y luego planear con ellos. Se dice que se aprende lo que se necesita, se dice que se aprende lo que está ligado a sus motivaciones, que cuando se aprende de esa manera, el aprendizaje tiene significancia para los alumnos. ¿Si nos anticipamos a planear antes de conocerlos en sus intereses, motivaciones, necesidades, expectativas, qué aprendizaje efectivo podemos lograr?
Por otro lado, y volviendo al uso del tiempo en la escuela, me preguntaba ¿Qué deberá suceder en nuestros alumnos durante el tiempo que permanecen en la escuela, en qué se nos va el tiempo? Esto tiene mucho que ver con el planeamiento, porque de manera anticipada ya hemos determinado cómo invertiremos el tiempo con ellos. Hagamos un balance de tiempos por áreas o materias, solo haciendo un balance numérico, nos daremos cuenta, que hemos decidido otorgar desproporcionadamente tiempos arbitrarios a unas áreas más que a otras, y eso es de todos los años y de todas las reformas.
¿Cuánto tiempo destinamos en nuestra planificación a conocer a nuestros alumnos, en conversar con ellos, en reflexionar con ellos, en ayudarlos a tomar consciencia de sus actos de sus valores, en ayudarlos a reconocer sus procesos de valoración sobre sus vidas, sobre sus estudios, sobre sus roles sociales,en conocerse, es descubrir sus motivaciones personales, cuánto?
Es muy probable, que la respuesta de muchos docentes sea: todo el tiempo, eso hacemos todo el tiempo, eso hacemos en las horas de orientación y de tutoría, tal vez sea así. Ojalá sea así. Yo invito a repensar nuestros tiempos, nuestra forma de planear los aprendizajes. Invito a lograr que nuestros alumnos en un año, logren decir para despedirse al culminar el año escolar y de manera espontánea: "muchas gracias maestro por este tiempo con nosotros"