¿Cuál es la
relación entre comunidad y educación?
Desde mi experiencia, encuentro una estrecha relación
entre ambos conceptos. La educación por un lado, persigue como fin la formación y desarrollo de
la persona desde un marco humano y por
otro lado, la comunidad, que es una común unidad, que persigue este mismo desarrollo pero desde la convivencia y sus regulaciones, las que también buscan el crecimiento
humano, en donde los ejes de este crecimiento son el desarrollo espiritual y el sentido y consciencia del bien común. La educación entonces, requiere de una comunidad que la sostenga, la haga crecer y lógicamente la regule.
Hace ya bastantes décadas atrás en nuestro país, se introdujo el concepto de comunidad en el ámbito educativo,
refiriendo a que la institución educativa no era solo una espacio físico en que
se albergaba estudiantes con el objetivos de ser educados y de desarrollar
aprendizajes, sino que la escuela era un espacio de común unión de agentes educativos que actuaban integralmente para lograr los
objetivos educativos en sus estudiantes.
La comunidad educativa, es un concepto integral e
integrador que distribuye la responsabilidad de educar a los estudiantes entre
las familias, docentes, entorno y los estudiantes mismos. Al mismo tiempo asume que los estudiantes son
agentes activos de sus propios aprendizajes, forman parte de la comunidad, la
integran y recepcionan las acciones educativas de los docentes, de las familias
y de su entorno.
Sin perjuicio de lo mencionado, el rol de la familia
siempre jugó un papel muy importante en la educación y en la formación de los
hijos y su intervención ha sido históricamente trascendente. Ésta se ha dado en distintas intensidades, que van desde la
participación activa y permanente en la gestión educativa hasta aquella
distante, en la que se concibe a la educación solo
como un servicio que se adquiere por derecho o por compra del mismo.
Deseo rescatar entonces el concepto de comunidad para resaltar la importancia de la participación de las familias en el proceso educativo. Por ello, debemos entender que una familia cumple su rol educador y de participación en la educación de sus hijos desde la premisa de una
comunidad que educa en la que la familia cobra un protagonismo en la
formación de sus hijos y de nuestros estudiantes.
No podemos entender este rol en la educación, sino lo hacemos desde los conceptos de comunidad.
La familia forma parte de la comunidad educativa y por tanto, la lleva a asumir responsabilidades, obligaciones y compromisos, así como su derecho a participar
del proceso educativo de sus hijos.
Entonces, se requiere de contar con familias que son consideradas parte de una comunidad, en la que se constituyen en un factor dinámico, activo y propositivo, porque solo bajo el concepto de comunidad cobra vida el sentido de bien común y de común unión para hacer de la educación el instrumento necesario del desarrollo y transformación de la persona, para que ella se más humana y en consecuencia hacer de nuestra sociedad aquel espacio de convivencia sostenida en valores humanos y ético.