
Imagen pertenece a Foro Educativo (2019)
Primera Parte

Tal vez sea importante empezar afirmando que el
currículo es un instrumento importante, no el único, para operativizar los
fines de la educación que están formulados en las políticas educativas del
estado en el largo plazo (Proyecto Educativo Nacional ), los gobiernos tienen intenciones de mediano
plazo (cinco años) el Estado debe tener mirada de largo plazo. Sin embargo,
para muchos también tiene una finalidad en sí mismo, cuando es concebido como
un instrumento que busca hegemonizar o dominar intencionalmente tendencias de
pensamiento fundamentalistas de pensamiento intentando proteger una “verdad” de
algunos como la única sobre los demás. También es importante mencionar que
existen orientaciones educativas aceptadas internacionalmente por tener un
carácter humano, es decir que van en sentido del cuidado de la humanidad, tales
como: la importancia de la sostenibilidad y la protección del medio y sus
recursos, o la formación democrática y ética de las personas, la inclusión
educativa y el aprendizaje a lo largo de la vida, la justicia social. Así
mismo, orientaciones curriculares en coherencias con el respeto a las
convenciones y los acuerdos internacionales: Derechos Humanos, defensa de la
democracia, principalmente.
Por ello resulta valioso señalar que el
currículo debe ser en la práctica, realmente flexible, dinámico y buscar en
todo momento la pertinencia de sus intenciones ante toda circunstancia
población, territorio, cultura y ámbito de ejecución.
Desde lo señalado, el currículo debe ser
pensado no solo desde el terreno de las intenciones (políticas, acuerdos,
convenios) sino también desde la realidad y sus imperiosas necesidades. Así entonces
el currículo debe cuidar un andar de largo plazo y otro de corto alcance, que
le dé sentido de respuesta a la realidad, que le dé sentido de una necesaria
utilidad para las poblaciones que experimentan los aprendizajes previstos en
él.
Hoy a dos años del inicio de la pandemia nos
preguntamos ¿De qué manera el currículo vigente permito a docentes y
estudiantes, encontrar los espacios de aprendizaje para desarrollar respuestas
ante la actual situación y sus diferentes momentos desde el inicio? ¿Técnicamente
el currículo y sus normas y formas operativas, permitieron ser una respuesta
real a las necesidades educativas y socioemocionales de estudiantes y docentes?
No debemos concebir al currículo como un instrumento rígido de mera aplicación
técnica. Hay que sentirlo y mirarlo como el gran orientador de la acción
educativa pero no como el menú de ejecución. La ejecución tiene que ver mucho
más con la realidad, con el real conocimiento de los estudiantes, de las
condiciones y de las posibilidades en su ejecución.
Estimado Profesor César, muchas gracias por tan interesante artículo, el cual cobra real vigencia. Permítame compartirlo con mi comunidad educativa. Muchas gracias. Marco Antonio Malca Delgado - Director del CEP "Concordia Universal" de La Perla, Callao
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