miércoles, 23 de marzo de 2016

¿ESCRIBIMOS LOS MAESTROS?

la palabra  escribir, proviene del latín scribere. representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie. Esta es la definición que nos ofrece el diccionario de la lengua española. Parto  de ella para reflexionar sobre la importancia de escribir y de lo muy importante que es que los docentes, los maestros escriban. Cabe señalar, que hoy en día resulta restringida si asumimos literalmente la definición ofrecida, puesto que los trazos y las superficies, han variado mucho en el tiempo. En estos momentos mientras escribo, lo hago a través de un teclado y sobre ninguna superficie, sin embargo si es válido  y se conserva aún, que las ideas son representadas por letras u otros signos, y nos quedaremos con estos dos componentes de la escritura: las ideas y su representación con letras o signos.

Si imaginamos cuántas palabras como maestros, empleamos en una sesión de aprendizaje o en una clase, sean estas palabras un intento de explicar, de argumentar, de orientar, recomendar, sugerir, es probable que todas  ellas representadas en escritura podrían llenar muchas paginas de lo que pudiera constituir un libro. Cuántas experiencias escritas, cuántas evidencias, de esas que se reclaman, cada vez que uno propone algo, pudieran quedar demostradas si escribiéramos. Podríamos tener sendas publicaciones de todos nuestros años de docencia y naturalmente de las experiencias vividas.

En muchas instituciones educativas, se ensayan los diarios de los maestros, como un buen intento de sistematizar la práctica docente, de encontrar las lecciones que se desprenden desde nuestras experiencias, ello me parece interesante y un valioso esfuerzo por rescatar lo que hacemos y cómo lo hacemos. A ello, agregaría, que sería también muy valioso, expresar en otra dimensión de la docencia, aquellos sentimientos y emociones que experimentamos en nuestra acción educativa, de cómo nos sentimos y qué nos hacen sentir nuestros estudiantes, acerca de nuestras reacciones y también de nuestras reflexiones diarias sobre lo qué nos significa la docencia.

En cierta oportunidad, lo propuse a un grupo de instituciones educativas, hagamos la experiencia de que los maestros expresen y escriban lo que sienten en el ejercicio docente, que reflexionen y compartan sus ideas y emociones. Los directivos que escuchaban mi "desatinada" propuesta, me objetaron que lo que sucedería es que la mayoría de maestros mentirían para colocar en sus escritos, todo lo bueno y los buenos sentimientos que les produce la docencia y que por tanto, estos cuadernos de experiencias estarían llenos de mentiras o verdades disfrazadas. En otras palabras, dudaban mucho que los maestros confesaran sus reales sentimientos y emociones. Y Yo estaba de acuerdo en que tal vez no se colocasen las verdades que se esperaban. Pero el sentido de mi reflexión iba por otro sendero. Lo importante no es que digan la "verdad", lo importante es que ejerciten la reflexión desde la escritura (expresión) de sus emociones y sentimientos. Tal vez sorprenda este razonamiento, pero tiene su fundamento. 

Cada vez que alguien desea encubrir una realidad y disfrazarla, o mentir escribiendo cosas que no son reales, debe primero pensar en lo real, sino se parte de lo real, no se puede construir una "falsa realidad". En otras palabras, en el ejercicio de escribir lo que se hace, lo que se siente, se requiere siempre pensar en lo real, aunque lo escrito oculte otras cosas. No estoy buscando perfeccionar la mentira, sino aproximarnos a reflexionar sobre lo qué hacemos en la docencia cotidiana.

Escribir es una potente herramienta  que nos ayuda a desarrollar nuestra reflexión y considero que debe constituirse en una práctica cotidiana, aunque no siempre estemos expresando la verdad de las cosas. ¿Qué opinas?

9 comentarios:

  1. Creo que los maestros tenemos mucha necesidad de comunicar, aunque no lo digamos. Comunicar se hace más fácil escribiendo que hablando frente a frente, sea o no 100% real lo que se dice.
    la propuesta no resulta tan jalada de los pelos: necesitamos comunicarnos por escrito.
    Otro aspecto positivo de escribir consiste en que para hacerlo nos demoramos un poco más que al hacerlo de manera oral porque PENSAMOS BIEN lo que escribiremos, y esa práctica es, además, muy valiosa para los docentes que se auto exigen en sus producciones.
    No desestimes la idea, si no fue acogida por unos podría ser aceptada y adoptada por otros...

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  2. Gracias Silvia por tus comentarios. Efectivamente, el ejercicio reflexivo de escribir sobre nuestra práctica docente en general, nos ayuda a pensarla y repensarla, si además ésta es compartida de enriquece mucho más. Creo que requerimos de una cultura de la reflexión escrita dentro de la docencia. Gracias por tu aliento y comentario

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  3. El ejercicio me parece muy importante. Recuerdo que cuando fui maestra del Instituto Pedagógico Santa Rosa, mis estudiantes tenían la misión de hacer su diario de vida que no era otra cosa que el registro personal de sus experiencias en la práctica docente en el aula. Resultaron reflexiones muy interesantes. Mucho hace el deseo de comunicar pero más tener conciencia clara de que hay un público interesado en la lectura. Creo que el reto que propones tiene dos caras: Por un lado generar el interés por escribir las propias experiencias, por el otro, generar una audiencia consumidora de todas esas experiencias.

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  4. Hola Gracias por tus comentarios, ciertamente que estas experiencias no son nuevas, pero siento que se han dejado de lado. Has expresado mis intenciones mucho mejor que mi exposición de ideas. Gracias por colocarlas claramente. No menciono tu nombre porque no lo colocas, pero sé que eres docente y de una institución formadora de docente y del Cusco. Te aliento a que coloques este saber en nuestros futuros docentes.

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  6. Hola Cesar. Considero que tu articulo tiene mucho que ver con las realidades institucionales. Mepermito comentar que todo es cuestion de animarse a intentar un nuevo modo de expresion de nuestros pensamientos. El año anterior teniamos que organizar jornadas de capacitacion docente creando espacios de reflexion sobre nuestras propias practicas al principio costo, pero poco a poco las docentes a mi cargo se animaron a expresar sus ideas, a escucharse , y noosotros como equipo directivo a aceptar las opiniones (algunas duras) y tratar de crecer como profesionales de la educacion. Ahora que estoy jubilada, extraño esos momentos de inteercambio, ya que TODOS aprendiamos algo.Gracias

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    1. Gracias Nancy por tus comentarios y por compartir tu experiencia sobre el tema. Concuerdo en que para emprender estas prácticas reflexivas, se requiere de decisión, en este caso del equipo directivo, y tener una gran capacidad y disposición a escuchar y valorar lo que se vierte en estos espacios. No hay duda, que como bien mencionas, hay cosas duras que escuchar , pero muy necesarias para mejorar la acción educativa. No hay leyes que cambien la educación (ayudan) sino es la reflexión sobre la práctica lo que mejora nuestra educación. Gracias Nancy

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  7. Si lo que decimos a través de la palabra, le agregamos valores determinados como contexto, modus vivendis y capacidad de reflexión, hubiera mayor credibilidad, lamentablemente en las realidades de cada uno de nuestros estudiantes son otras, que solo ellos saben, que lo que expresamos teóricamente supera a su realidad. Actualmente debemos de emprender prácticas reflexivas, justamente a partir de las experiencias de cada uno de nuestros estudiantes y no de los textos que son al fin al cabo "cuentos"hechos por autores que viven en otros contextos , construir sobre la base de sus términos y realidades es lo que debemos de realizar todo los docentes para la mejora de la acción educativa y que nuestros chicos se sientan identificados en ello.
    En otras palabras docentes y estudiantes construyamos el proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de vivencias nuestras y alumnos para así poder entender sus reales sentimientos y emociones.Y evitemos solo escribir y por escribir. Expresemos vivencias reales
    .

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  8. Gracias Patricia por escribir y comentar. Nos ayuda a la reflexión.
    Solo intento decir, que si los docentes escribimos sobre nuestras prácticas, mejora nuestra reflexión y probablemente ayudemos a mejorar nuestras propias prácticas y si ello se comparte con los colegas, en el intercambio podamos también mejorar todos. Gracias nuevamente

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