jueves, 27 de diciembre de 2012

¿Mano dura?

Muchos de nosotros, seguramente, hemos escuchado decir a políticos, autoridades, docentes y ciudadanía en general que se requiere de "mano dura" o que fue necesario aplicar "mano dura" a tal y cual situación. Cuando presenciamos o somos testigo de situaciones, actitudes, conductas injustas, corruptas o que requieren de corrección pensamos muchas veces que la solución más eficaz es aplicar "mano dura". Lo vemos también en la escuela, en casos que los docentes discuten cómo corregir comportamientos de los estudiantes. En fin, esta expresión es recurrente en muchas situaciones y desde el común de las expresiones.
Pero, ¿Qué significa mano dura?
En muchos casos, resulta siendo solo la aplicación precisa de las normas o reglas, para lo cual, no se requiere de ninguna dureza, sólo se requiere aplicar con firmeza lo que corresponde, y claro, como la aplicación adecuada y firme de las normas , no es lo más frecuente, pues, muchas personas lo reclaman como "mano dura", cuando en realidad, es simplemente hacer lo correcto y lo que corresponde.
En cambio, hay otras ocasiones, en donde hablar de "mano dura" está referido más a lo literal del término, es decir, aplicar la fuerza, el rigor y hasta el maltrato para justificar un  cambio en las conductas de las personas, desde mi punto de vista, es  aplicar la violencia y la agresión para corregir, modificar o "encaminar" comportamientos inadecuados. Considero que éste es el término peligroso y mucho más en escenarios familiares, educativos y sociales.
La "mano dura" desprecia el diálogo, el tiempo y la dignidad de las personas. Paradójicamente   se dice aplicar mano dura para obtener o mejorar la comunicación, la tranquilidad y la paz social. Y estos sucede con frecuencia a pesar que hasta hace poco estábamos en  la Década de la Cultura de Paz (2001-2010), […], que consiste en unos valores, actitudes y comportamientos que reflejan e inspiran una interacción social y una redistribución basadas en los principios de libertad, justicia y democracia, respeto de todos los derechos humanos, tolerancia y solidaridad; que rechazan la violencia y se esfuerzan por prevenir los conflictos abordando sus causas con el fin de resolver los problemas mediante el diálogo y la negociación, y que garantizan el pleno ejercicio de todos los derechos y medios para participar de lleno en el proceso de desarrollo de la sociedad” 
Generalmente, tenemos la creencia que la aplicación de la violencia, la agresión, el castigo (en todas sus formas) ejerce un control duradero  sobre los comportamientos inadecuados de las personas, y esta percepción se debe a que se obtiene un supresión casi inmediata de los comportamientos inadecuados. Desde mi posición, considero que no es así. Sin perjuicio de lo afirmado, propongo  algunos aspectos para el análisis y la reflexión:
  • Existen muchos comportamientos que reaccionan ante determinados umbrales de "mano dura" y se modifican, pero no garantiza que no vuelvan a ocurrir y por tanto, al volver a presentarse, se deberá subir el umbral de violencia, agresión o castigo ¿Hasta dónde y hasta cuándo?
  • Se piensa solo en un efecto inmediato de supresión, de modificación , el inmediatismo con satisfacción de logro y de poder sobre los demás ¿Cuánto dura este efecto y a riesgo de qué?
  • Vieja tensión: ¿"mano dura"producto inmediato vs proceso de mediano y largo plazo?
  • En educación ¿Qué estamos buscando efectos inmediatos y cambios en corto plazo o una formación paciente, eficiente y de permanencia en el tiempo?
  • ¿Qué rol cumple la violencia, el castigo, la agresión, la mano dura en la educación de nuestros estudiantes, de nuestros hijos? ¿Se justifica?




5 comentarios:

  1. Muchas gracias por la reflexión. El tema de la "mano dura" corresponde a una época en la cual los poderes fácticos buscaban adecuar a su forma de pensar a individuos y sociedades. Nuestro mundo actual busca transformar esta forma de relacionarnos, busca establecer vínculos más horizontales que verticales. Lamentablemente en la Escuela aun no logramos cambiar el eje de relaciones humanas que están más centradas en la obediencia y en el poder que en el diálogo y los acuerdos.
    Más que "mano dura" se requiere aunar criterios, miradas, respetando la diversidad de formas de actuar y acordando metas comunes para una mejor convivencia humana.

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    1. Gracias por el comentario. Refuerza la idea y la complementa. El sentido es ese precisamente. El respeto a la diversidad, el respeto en general a toda persona, es el sustento para avanzar en la construcción de una sociedad más humana. Es importante, resaltar la cuestión del tiempo, como necesidad de urgencia en resolver dificultades en los más cortos plazos, y ello lleva muchas veces a escoger las vías más rápidas, pero al mismo tiempo, más violentas también. Gracias

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  2. Hola César
    Muy interesante la reflexión, de hecho la "Mano Dura" en la mayoría de las instituciones educativas ha quedado rebasada por una educación en valores, sin embargo, los esfuerzos que se han hecho para modificar la conducta en los alumnos han sido poco efectivos, pues considero que se requiere de especialistas en atender esta área, más que de profesionistas de otras disciplinas tratando de cubrir esta necesidad de cambio.
    Falta aún mucho por hacer y con compromiso y voluntad de todos se puede lograr.
    Felicidades en este año que comienza.

    Saludos cordiales
    Miguel Ángel








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    1. Gracias Miguel Angel por tus comentarios. Efectivamente, diría que desde hace unas décadas en el discurso, está presente el tema de la formación valorativa de los estudiantes y también coincido, en decir, que poco se ha logrado en un cambio de actitudes. Es cierto que se requiere de profesionales que conozcan la materia, pero creo que lo más hace falta es un compromiso no solo del docente sino de toda la institución, de toda la comunidad. La formación valorativa del estudiante depende de muchos factores y no todos o casi muy pocos actúan desde el aula, por el contrario, la formación se da en el patio, en los recreos, en la esquina de la escuela, en los hogares, en los medios, y por eso se requiere de una educación de puertas abiertas y de unión de esfuerzos, si es que en verdad anhelamos el gran cambio de actitudes. Muchas gracias Miguel Angel

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  3. Usar la violencia para aprender a un delincuente es totalmente justo y necesario, ahora lo que respecta a la vida diaria ya es arena de otro costal.
    Me gusto la definición que hiciste al principio.

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